Sentir cada día, ese flechazo al verte

Ella aun no sabia bien como funcionaba eso del amor, esa sensacion que describen los adultos como mariposas en el estómago. Ese sentimiento tan conocido, y experimentado por todo el mundo. Por toda clase de personas. Ese sentimiento que, según ella, movía el mundo, ese sentimiento que une a las personas. Ese sentimiento, que aun sin saber como funcionaba, habia experimentado.

Ella no sabia como funcionaba, ni cuando ni porqué. Pero sabía que algo la empujaba hacia él. Sabía que algo les unía. Algo les uniría para siempre,  aunque solo fuese en el recuerdo.

Decidió inspeccionar cada detalle de ese rostro, para poder tener una imagen casi real en sus recuerdos. Lo volvió a mirar aunque ya se lo sabía de memoria. Empezó por ese pelo oscuro, siempre alborotado. Por esos pequeños pero profundos ojos marrones. Y acabó por esa boca, esos gruesos labios que tanto le apetecía morder en ese momento.

Sin quererlo, sin haberlo planeado, se había enamorado de ese rostro. De esos gestos, de esa media sonrisa y de esa intensa mirada.